A la espera de la publicación del dato de la inflación de octubre, los ahorristas se preguntan si conviene renovar el plazo fijo UVA o tradicional y que será más rentable para esperar la llegada del 2023.
La duda nace porque se estima que la inflación volvería a rondar el 6% y podría tener una leve baja respecto al mes anterior, pero manteniendo el piso de 6% lo que garantiza que los precios sigan en carrera. No obstante, las tasas de interés en las colocaciones a 30 días se ubican a un nivel de 6,25% mensual, que equivale a una tasa nominal anual (TNA) del 75%.
Si se mira el comportamiento del dólar, se puede observar que el dólar informal o el MEP se encuentran por debajo de la inflación. El dólar blue no despega y lleva tres meses consecutivos de calma cambiaria y perdiendo frente a los retornos de los plazos fijos.
Sin embargo, los analistas desconfían que el dólar pueda recuperar el terreno perdido en los últimos dos meses del año y confían que el Gobierno puede llegar a desplegar una batería de medidas para desincentivar que los ahorristas vayan hacia el dólar.
Cabe recordar que las colocaciones tradicionales son a un período mínimo de 30 días, mientras que las que ajustan por UVA (inflación) tienen un lapso base de encaje de los fondos de 90 días para pagar dicho rendimiento.
Plazos fijos: los rendimientos en noviembre y diciembre
Según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en noviembre el plazo fijo UVA le ganaría al tradicional (6,95% vs. 6,16%). Para diciembre, el plazo fijo tradicional y el UVA estarían mucho más cerca (6,37% tradicional vs 6,57% UVA).
En caso de que se busque la dolarización de cartera para las elecciones venideras, la mejor opción podría ser el plazo fijo tradicional. En tanto, si se busca ganar por inflación y no rescatar por tres meses, el UVA termina siendo una buena alternativa.
La otra salida que les queda a los ahorristas para posicionarse es la opción de plazo fijo UVA precancelable, que permite "salir" de forma anticipada y retirar los fondos después de los 30 días de la constitución. El problema que presenta es que si se "gatilla" esa opción, la renta que se pasa a cobrar es inferior a la que ofrece una colocación tradicional, ya que es de 71% anual.
Por último, respecto a los UVA, se debe tener en cuenta que se toma la inflación acumulada desde los 45 días previos a la fecha de la colocación de los fondos.